
Anoche soné que Dios
Me decía ven conmigo,
Quiero quedarme contigo
Me susurró en dulce voz.
Anoche soné que Cristo
Me continuaba llamando,
Porque el fin se está acercando
Y él desea que yo esté listo.
Anoche soné que él
Me dijo muy tristemente,
El fin vendrá de repente
Y debe encontrarte fiel.
Anoche soné que él dijo
Ven a mí sin más demora,
Porque llegará la hora
En que no me hallarás, hijo.
Anoche soné que él
Me decía no demores,
Vida inmortal sin dolores
Te daré si me eres fiel.
Anoche soné que yo
La espalda a Cristo le di,
Y por el mundo seguí
Vagando lejos de Dios.
Anoche soné que yo
Al Cristo Rey rechacé,
Y cuando al fin le busqué
Me dijo el tiempo acabó.
Anoche soné y profundo
Mi dolor fue al comprobar,
Que no me pude salvar
Por amar tanto este mundo.
Anoche soné y pensando
Muy triste me desperté,
Porque en mi sueño quede
Fuera del cielo llorando.
Anoche soné y sufrí
En mi sueño grandemente
Porque con el remanente
Al cielo yo no me fui.
Anoche soné que Cristo
Por su iglesia había venido,
Y que yo me había perdido
Porque no me encontró listo
Anoche soné y hoy yo
Claramente lo comprendo
Que si la gloria me pierdo
La culpa es mía y no de Dios.
Los sueños pueden ser en algunas ocasiones mensajes de Dios hacernos recapacitar.. En la antigüedad Dios usó este método para comunicarle a su pueblo sus planes para con ellos. Dios daba sus mensajes a sus profetas por sueños o visiones, y estos a su vez los transmitían a la iglesia. “Anoche Soné” podría ser un mensaje de Dios para ti y para mí porque Dios sigue tan interesado en tu salvación y la mía como nunca antes, porque el tiempo de gracia se acaba ya. Busquemos al Señor mientras el tiempo dura, hagamos de esto nuestra prioridad, pues la Biblia dice que llegará el día en que lo buscaremos y no lo hallaremos (Amós 8:11; Isaias 55:6,7).
Por Arcadio Vega