
“Fiesta”, “Danzo en el río”, “Grande y fuerte” e “Increíble” son solo algunas de tantas canciones con las que se alaba a Dios en congregaciones de habla hispana a lo largo y ancho del planeta, y que pertenecen a una misma agrupación: Miel San Marcos, una de las bandas cristianas de mayor influencia en la actualidad. Ver el crecimiento que han tenido estos músicos en los últimos años es una muestra de las grandes cosas que el Señor hace con el hombre, si éste se enfoca en buscar primeramente el Reino de los Cielos y servirle sin esperar nada a cambio. Así lo hace saber el vocalista del grupo, Josh Morales, en entrevista exclusiva con Interludio.
Y cuando Morales dice que todo se ha hecho “sin esperar nada a cambio” habla muy en serio. De hecho, cuando él y sus hermanos, Luis y Samy, fundaron el ministerio, ni siquiera le pusieron un nombre. “Simplemente éramos el equipo de alabanza de la iglesia Miel, en la ciudad de San Marcos (Guatemala). Nuestros sueños eran muy pequeñitos, pero el Señor tenía algo mucho más grande. Él siempre sorprende a aquellos que le buscan con todo el corazón”.
La agrupación nació con la llegada del milenio, y desde entonces sus miembros no han parado de llevar el mensaje de salvación a diversos rincones de América y Europa por medio de las artes. Hasta la fecha han recorrido más de veinte países y han lanzado doce producciones musicales.
—Es un gran número de discos el que tienen en su haber. ¿Cuál de todos te ha llamado más la atención?
—Cada proyecto ha formado parte de una visión que Dios nos ha dado para un tiempo determinado. Sería muy difícil decir que uno es más importante que otro, porque todos han sido el resultado de temporadas lindas y fuertes que hemos vivido.
Por ejemplo, en el álbum “Eres mi Dios” fue cuando cantamos por primera vez “Grande y fuerte”. Aunque ese tema lo cantamos hoy en día con alegría y fiesta, cuando lo escribí estábamos atravesando un momento muy difícil en la familia: mi hermano Luis y su esposa habían perdido un bebé. Yo le pedí a él que la cantara declarando quién es el Señor, a pesar de los procesos.
—Entendiendo lo que comentaste sobre la visión que el Señor les entrega al momento de encomendarles un nuevo proyecto, ¿qué nos puedes comentar sobre el más reciente álbum, “Pentecostés”?
—Este disco lo disfrutamos desde que arrancó el proceso creativo. Elegir los temas fue algo muy lindo. Y cuando tuvimos la experiencia de grabarlo en vivo, en el Madison Square Garden de Nueva York, fue maravilloso. Vimos mucha gente llena del Espíritu Santo en la arena más famosa del mundo. Fue una fiesta de personas de toda lengua y nación exaltando al que tiene nombre sobre todo nombre.
—El año pasado ganaron el Dove Award y fueron nominado al Latin Grammy por “Pentecostés”. Sé que ustedes no hacen nada esperando algún reconocimiento de hombre, pero quisiera saber cómo se sienten con todos estos premios
—Nosotros estamos impresionados y agradecidos. Cuando el Señor nos dio el nombre de este disco, “Pentecostés”, jamás imaginamos que gustaría tanto, porque es una palabra un poco retro. Igual no era eso lo que estábamos buscando, sino transmitir lo que el Señor nos habló e impartir lo que sucedió en la fiesta de Pentecostés, cuando todos los discípulos fueron llenos del Espíritu Santo y empezó a predicarse el Evangelio por todas las naciones.
Y eso es lo que vemos con todos estos premios: una nueva oportunidad para llevar el mensaje y hablar de nuestro Jesús, del Espíritu Santo, de su fuego, de la salvación y demás.
Hablar del Dove Award o del Latin Grammy es algo que simplemente no nos esperábamos. Solo sé que el Señor, en su infinita misericordia, hace estas cosas.
—Me pregunto si combaten con el ego cuando se presentan este tipo de reconocimientos
—Siempre tenemos presente la escuela de nuestros padres. La iglesia fue un lugar muy humilde. Mi mamá siempre nos recordó que no podíamos tener mayor concepto de nosotros mismos. Más bien dar gracias al Señor en todo momento, cuando hay y cuando no hay. Y en este tipo de situaciones, en las que el enemigo quiere venir a subirle el ego a uno, pues ahí está el alfiler para pincharte y recordarte que no es así. Todos luchamos siempre con tantas cosas, pero cuando tienes una escuela de grandes principios, eso te lleva a tener los pies en la tierra.
—¿Qué proyectos hay en puerta actualmente para Miel San Marcos?
—Seguimos enfocados en esta misión de llevar el Evangelio a muchos lugares. Además estamos trabajando en nuestra asociación civil, construyendo casas para las personas que han perdido todo en Guatemala por la explosión del volcán que ocurrió el año pasado. También seguimos con la gira del disco, y apoyando a nuestros chicos de Miel San Marcos Kids.
—¿Frío o calor?
—Frío.
—¿Playa o montaña?
—Montaña.
—¿Café o té?
—Café, y bien cargado.
—¿Béisbol o fútbol?
—Fútbol.
—¿Canciones rápidas o lentas?
—Las dos.
—¿Perros o gatos?
—Ninguno.
—¿Un hobby?
—Hago mucho ejercicio.
—¿Una ciudad del mundo por conocer?
—No tengo ninguna predilecta, pero sí quiero visitar algún país de Asia.
—¿Una ciudad para vivir?
—Ciudad de Guatemala.
—¿Un paisaje?
—La montaña y la nieve.
—¿Un hecho vergonzoso?
—En una oportunidad perdí mi pasaporte en una tienda. Pero gracias a Dios había un músico que me ayudó. Fue una lección.
—¿Una travesura?
—Tengo varias. Cuando éramos niños, a mis hermanos y a mí nos gustaba subirnos en los árboles. Una vez casi me caigo.
—¿Alguien a quien admires?
—A mis papás.
—¿Qué sería de ti si no fueras cantante?
—Sería cantante (risas). Yo vivo envuelto en música, y no me hallo sin ella. Creo que siempre cantaría.
—¿Algún momento de la historia que te hubiera gustado conocer?
—La época del rey David.
—Finalmente, ¿cómo sabes que estás cumpliendo la voluntad de Dios para tu vida?
—Esa es una muy buena pregunta. Sé que cumplo mi voluntad cuando veo que todo en mi vida está en armonía. Si estoy en paz en todo, hay orden. Por ejemplo, si de pronto veo que alguno de mis hijos le pasa algo porque yo he estado enfocado en otra cosa, esa es una llamada a que no estoy haciendo lo correcto.
Autor: eudomarchacon