Sandra Vargas Camelo nos presenta su libro “Mi Tesoro está en el cielo”

Un libro realizado en un lenguaje sencillo donde nos relata el proceso de duelo y el desconsuelo familiar vivido al ver partir en el Señor a su Hija Ana Sofía de 14 años de edad, hace poco más de un año. Un dolor por el que nunca pensamos pasar como familia.

Nos comenta: “Nosotros conocíamos al Dios que nos predicaban, pero no profundizábamos en la palabra de Dios; luego de la partida de nuestra hija, empezamos a buscar al Señor en Espíritu y en Verdad. El Espíritu Santo, que siempre estuvo allí, nos revela al Dios vivo y verdadero. Buscando su presencia, en medio de la adversidad, nos sumergimos en Su Palabra y Dios, con su amor y gracia, colocó personas que nos enseñaron más de las escrituras y pudimos recibir revelaciones que no habíamos comprendido en años anteriores.”  Dios es fiel.

En medio de la aflicción es cuando el Señor me indica escribir un libro en memoria de Sofi. Sandra nos relata todo el dolor sufrido ante la ausencia de su niña y al mismo tiempo manifiesta como Dios les restaura y fortalece. En la vida, el Señor nos enseña por su palabra a amar, perdonar, orar, creer, obedecer, dar, recibir, bendecir, consolar y mucho más. Una obra que nos recuerda las promesas de vida eterna, después de nuestra partida terrenal.

Nos hace entender que Jesús en un momento dado lloró (Juan 11:35), al saber que su amigo Lázaro había fallecido. Un momento de tristeza. Dice el versículo 33 que se estremeció en espíritu y se conmovió. Jesús sabía que Lázaro no moriría y que sería para glorificar al Padre, pero llegado ese día se estremeció. Por algo nos dice llora con el que llora y ríe con el que ríe. Un tiempo de aflicción que solo se en Cristo se puede soportar, pues nada somos sin Él.

El libro es un excelente presente para esos momentos de desconsuelo, donde se muestra que La Palabra es viva y eficaz; y nos da enseñanzas sobre cuando no sabemos qué decir o cómo acompañar a otros en la pena por un duelo familiar. Un ejemplar que no puede faltar en tu biblioteca personal.

Los protagonistas del libro son Mi hija Sofi, quien partió a la presencia de nuestro Señor en el cielo, mi esposo Leonardo, Esteban (hijo Mayor), María Paula (Hija menor) y todas aquellas personas que se sientan identificadas con esta tribulación de ver partir un ser amado a la presencia de Dios. Él quiere bendecir tu vida; la fe y obediencia en Su Palabra es quien te va a guiar por medio del Espíritu Santo.

Actualmente, se encuentran promocionando el libro en Venezuela, en mayo estarán en Panamá y en junio viajarán a Estados Unidos, durante mes y medio para dar a conocer el libro en La Florida y Carolina del Norte. “Seguiremos con nuestras redes sociales, donde publicamos los lugares que visitamos con el libro y la palabra que Dios nos regala.  De igual manera, queremos recopilar testimonios para fortalecer a otros por medio de la fe y estaremos recibiendo los comentarios de las personas que leen el libro, orando para que sea Dios quien les consuele y fortalezca para sobrellevar la vida sin ese ser amado”.

Sobre Sandra Vargas

Natural de Colombia, actualmente residenciada en Venezuela. Psicóloga de profesión con especialización en Pedagogía y Magister en Neuropsicología y Educación. Fiel creyente desde hace 23 años; junto a su familia (a raíz de la partida de su hija), reciben del Señor el ministerio de la Consolación (2 Corintios 1:3-4) y siguen enseñado las buenas nuevas de salvación y vida eterna en Cristo Jesús. Se congregan de manera virtual en la Iglesia Steele Creek Church of Charlotte North Carolina (Ministerio Latino).

Sandra en este tiempo nos anima a poner la fe en Jesucristo, según Hebreos 12:2 NBV “Mantengamos fija la mirada en Jesús, pues de él viene nuestra fe y él es quien la perfecciona. Él, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz y no le dio importancia a la vergüenza que eso significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.” Lejos de Él nada podemos hacer.

Por último, nos señala que “Aunque conozcamos de Dios, seguimos con nuestra naturaleza humana, por eso, en momentos de duelo es válido llorar, extrañar, anhelar, recordar. El Señor comprende nuestro dolor y nos ayuda; sabemos que para los profesionales de la salud el duelo por la partida de nuestro ser amado culmina con la aceptación del evento, pero hay un duelo del que casi nunca se habla y es el duelo por la ausencia, ese duelo acabará cuando perdamos la memoria o cuando partamos a la presencia de Dios.  Sigamos en compañía del Señor, solo Él, por medio de su Espíritu Santo, nos da las fuerzas para sobrellevar la vida con la ausencia de nuestro ser amado.”

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